Antiguos lavaderos de lana y tintado de pieles. (N 42º10’34»- W 0º56’10»)
Sobre esta piedra, junto al camino que sube a San Quintín por la Val de Luries…
No es la primera vez que visito estos lugares tan cercanos a la villa de Luna, comienzo de la Val de Luries, donde una presa romana nos recibe, muy cercana a la carretera hacia El Frago y Biel.
No es momento propicio, por terreno embarrado, para visitar el viejo puente medieval del barranco de Luries ni la acequia de piedra que pasa sobre él, aunque tenía interés en conocer su actual estado.
Saludo a un pastor que en la ladera apacienta su pequeño rebaño y en la conversación, me cuenta lo que a él le han contado: Que aquellas suaves laderas, en la falda de San Jorge hasta la villa de Luna, estuvieron todas ellas pobladas de viñas y que alli mismo, extrujaban las huvas y hacían el vino sobre las grandes piedras que aún permanecen en el terreno.
Recuerdo que de esas mismas piedras hablé hace un tiempo, y siempre las he considerado, lugar propicio para el lavado de lanas y curtido y tintado de pieles, pero cada uno tiene su versión sobre lo desconocido.
No puedo asegurar que este fuera su principal fin, pero si obras de analogas características, en otros lugares de nuestra comarca, como Castiliscar, Farasdués, Biota, Valpalmas y otros, son consideradas lavaderos por expertos en la materia, no seré yo quien les atribuya otras funciones; por lo tanto visito una vez más en Luna, unos lavaderos de lanas, tintado y curtiduría de pieles.
Agradecido por su amabilidad a este pastor de Luna
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