En días pasados, en la página *www.cincovillas.info*, aparecía la fotografía de la entrada a una casa de Ruesta, que se desmoronaba. La razón se adivina fácilmente, al observar, que con piedras sueltas sin ningún tipo de argamasa, han cerrado el hueco de la puerta y el espacio que dejó, el arco de piedra que daba consistencia a la pared de la casa.
*Ruesta*, como sabemos, es un pueblo que quedó abandonado, porque sus tierras, con la construcción del pantano de Yesa, fueron inundadas y pagadas a sus propietarios que invirtieron en otros bienes y otros lugares.
Posiblemente, en muchos casos, fueron rescatadas de ese abandono portadas de piedra, puertas y maderas que fueron reutilizadas en otros lugares.
Si eso es lo que le ocurrió a la portada de la foto, será una actuación razonable, que sus antiguos propietarios, hayan querido mantener; pero lo que no tiene ninguna razón justificada, es lo ocurrido al castillo de Sora, precisamente con las piedras, que minuciosamente trabajadas embellecían su entrada en el Torreón del Homenaje..
La última reconstrucción de la que tenemos datos es de 1547, fecha en que el Conde Alonso de Aragón y Gurrea reconstruyó el Castillo y la Torre del Homenaje. Dicho sea de paso se puede afirmar que es la última de las torres construida en un castillo aragonés estilo renacentista.
Ya sabemos que es difícil recuperar estos vestigios de nuestra historia como el *Castillo de Sora*, pero también es difícil arrancar las piedras que rodean su puerta a 560 m. de altitud y lanzarlas por una ralla para poder recuperarlas en el llano… y se ha hecho, sin ningún respeto a los Bienes Protegidos, para embellecer alguna residencia privada.
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