


Es curioso que esta ermita construida en una pequeña elevación, cercana a Layana, próxima a la carretera que nos lleva a Uncastillo, a donde pertenece, esté dedicada a Nuestra Señora de la Leche, cuando el nombre de La Certera, es considerado que proviene de «La Aceitera», por haber sido este un lugar donde predominó el olivar y los molinos de aceite, y sería más propio estuviera bajo la advocación de una Virgen , cuyo nombre se relacionara con ello.
Sea como fuere, ahí está esta sencilla ermita construida sobre la roca viva, donde perduran a su lado unas tumbas antropomorfas, los restos de una calzada romana y su pésimo estado, ya que las techumbres de madera soportando el peso de sus losas de piedra, no son eternas.
Lógicamente la ermita sería un solo recinto, hasta que, por pertenecer a dos familias distintas fue dividida, abriendo una segunda puerta, bien realizada, pero trastorna el conjunto.


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