La Plaza de la Constitución de España, donde se celebraban los bailes, las vaquillas, mercadillos, etc.
Calle de las Herrerías. *Ver otra*
Cuando uno recorre algunas calles de nuestra villa ejeana que tanto han cambiado, mejorándose, y que indudablemente dejaron en nuestras mentes recuerdos inolvidables, llegas a pensar, que esto ocurre por ser uno bastante mayor; pero me hacen ver que no es totalmente cierto. Todos seguimos añorando otros momentos vividos en ellas.
He recibido un amable escrito de una joven ejeana, que por razones de estudio y trabajo vive ausente de su pueblo y me anima, a que en el blog, recuerde la vida en nuestras calles en épocas pasadas, que ella considera lo mucho que todo ha cambiado, con frases como estas:
-Estas fiestas, más que nunca, he observado que la gente, sobre todo de treinta y tantos años para arriba, echa de menos el «ambiente» que había hace años en las Herrerias y otros puntos de marcha- Lógicamente, ella se puede referir a las décadas de los ochenta, cuando la calle Herrerías, que menciona, y las calles adyacentes, era un hervidero de juventud en los muchos bares allí existentes, donde la música estridente y continua, sonaba hasta altas horas de madrugada entre las risas y alegría de la juventud. Para entonces, había menguado la fiebre de las discotecas y, aunque quedaban pequeños locales con música, habían desaparecido algunas de aquellas, Andy, Diapasón, Las Vegas, y la más grande, la Studio Imperio; resultado final, después de ser un cine, el desaparecido Teatro Imperio.
Pero anteriormente a estas fechas, en la década de los sesenta y finales de los años 50, eran las calles y no los bares, las que amparaban el bullicio, los paseos de largas charradas entre los jóvenes y no tan jóvenes sin distinción de clases. Al caer la tarde, cualquier excusa era buena para llegar a esa cita de los jóvenes con las chicas que salían de los talleres de corte y confección o de bordar, de las novenas que en honor de la Virgen se celebraban, o simplemente a comprar o buscar la leche. A esa hora, era la calle Mediavilla, desde el Portal de la Plaza hasta la Casa del Carlista, la que de lunes a sábado, mantenía ese encanto que los domingos era trasladado a «Barriogüesca», Calle Ramón y Cajal, desde la plaza hasta el Negresco, el conocido Bar, baile y frontón.
Si esto ocurría hasta las 9 de la noche entre semana en las calles citadas, los domingos y festivos era el Paseo del Muro durante el día, el mas concurrido para pasear las gentes de todas las edades.
Siempre en nuestro pueblo, la calle ha sido el lugar ideal para jugar los niños y para las tertulias de los mayores, ¿Quien de los mayores, no recuerda aquellas charradas nocturnas de verano, tomando la fresca en las sillicas bajas de anea, en muchas de nuestras calles?
Todo paso a ser historia pero no olvido, por eso me alegra, que jóvenes como mi amable comunicante me haga recordar aquellas pequeñas cosas y escribirlas en el blog.
Gracias a ti, muchas gracias y volveré sobre el tema.
Desde el Portal de la Plaza salen las calles Mediavilla y Juliana Larena
1 comentario
Gracias a una amable comunicante, he corregido el nombre de la Discoteca ANDY que lo había escrito mal y se corresponde con los nombres de sus creadores, Antonio y Diego