En lo alto del valle, la ermita de San Quintín
En su puerta puede leerse: Iglesia de Santiago. Santo Cristo de Laredo
Cartel en el barranco junto al Camin0
Alguna paridera quedó derruida en sus montes
Cierto que las cosas en nuestros pueblos cambian poco, y todo aquello que está aislado en sus montes, si cambia algo, en la mayoría de los casos es para peor.
Hoy he vuelto a la Ermita de San Quintín, que visité hace un tiempo y la encontré tan sola como siempre, ya que solo el último domingo de Mayo es visitada por numerosos fieles, principalmente de la villa de Luna, donde la Cofradía de San Quintín, bajo el nombre de Ntra. Sra. de la Aurora, agrupa a la mayoría de sus hombres y donde un buen amigo mío, Silvio, ya desaparecido, se enorgullecía de pertenecer a ella.
El camino para llegar a la Ermita, no ofrece dificultades y menos de tráfico, solo encontré en él a Leandro Soro con su todoterreno yendo a visitar sus sembrados; pero ni un ganado, ni un pastor por el monte para charrar un poco. Me llamó la atención la señal que nos recuerda, donde hubo un lavadero de maderas junto a la Fuente de la Salud, posiblemente, serían de los pinos que se criaban en las altas laderas, próximas a San Quintín.
La rinconada donde se halla la ermita es amplia y acogedora y en su momento, estuvo dotada de buenos pozos donde se recogía el agua de lluvia para el abastecimiento de los ermitaños, que hasta el pasado siglo habitaron allí cuidando la ermita. Hoy, sus imágenes y su campana estarán mejor en la población de Luna que en la soledad de sus montes.
Ya entre los años 1845-1850, Pascual Madoz, en su diccionario geográfico-estadístico-histórico, describió a Luna como un municipio de un millar de vecinos, con ayuntamiento, cárcel, escuela (una con 76 niños y otra con 30 niñas), iglesia parroquial dedicada a Santiago y San Miguel con un cementerio pegado a sus paredes y con anejos en La Corvilla y Júnez, servida por un cura, un teniente y dos coadjutores, un convento franciscano en cuya iglesia se dice misa, tres fuentes junto al pueblo y no se olvidó de la ermita de San Quintín.
Nunca me defraudó el entorno donde se halla esta sencilla ermita de San Quintín rodeada de pinares, por que así la imagine, siendo más joven, cuando cultivaba las tierras de La Gayata, en el mismo valle, pero más abajo de este lugar, que espero visitar este año, el día de su romería.
Fecha de la Romería a San Quintín el último domingo de Mayo
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