Uno de sus muchos carteles taurinos. Año 1957
¿Sería en esta fechas cuando J.L. García Campos visitó Ejea?
Aunque encabece este escrito con un cartel de toros, no pretendo hablar de toros ni toreros, pero sí de un hombre: José Luís García Campos, (1928-2011) que dedicó toda su vida a plasmar con gran belleza la figura del toro en todos sus entornos, campos, plazas, etc.
Pintó cantidad de acuarelas y oleos y, durante treinta años consecutivos realizó los carteles anunciadores de los toros en Bilbao, así como otros en Pamplona y otras ciudades y, en una visita a Ejea de los Caballeros acompañado de Benjamín Bentura Remacha, antes de que éste fundára la revista taurina «Fiesta Española» en abril de 1961, se paró a contemplar la iglesia de El Salvador, justo delante de donde estuviera la Cruz de San Pedro, dejando el conjunto dibujado, como un apunte que regaló a Benjamín.
Para estas pasadas navidades y comienzo del nuevo año, mi felicitación llevaba un dibujo de mi amigo Rafael Margalé, evocando aquel crucero que tuve la suerte de jugar junto a él siendo niño, y que mi amigo ha revivido con su plumilla tal como yo se lo describí. *Ver*
Lo conoció a través de la web mi amigo Benjamín Bentura y recordó aquella circunstancia acaecida hace tantos años, cuando García Campos le dedicó aquel apunte de la Cruz de San Pedro, realizado ante él. No dudó Benjamín en comentármelo y hacérmélo llegar, algo que agradezco y me obliga a traerlo a mi blog.
En él veo los dos escalones de su grada tal como los veíamos de niños y sobre su fuste recto una cruz de piedra, algo que no llegue a conocer y que José Luis García Campos, aunque no la viera así por haber desaparecido, tal vez, tuvo la exquisita atención de colocarla sobre el fuste, reconociendo, que como mejor está un crucero es manteniendo en su cima una cruz. Por esta misma razón y para la Navidad de 2013, al recordar el olvidado crucero de San Pedro, pedí a Rafael Margalé, que al dibujarlo, lo culminara al menos, con una pequeña cruz de hierro.
Mi agradecimiento a Benjamín que me ha hecho llegar ese valioso dibujo y muy especialmente, recordar con todo afecto, al pintor que no tuve la suerte de conocer y que tras la dedicatoria a su amigo Benjamín y el nombre de Ejea de los Caballeros, dejó su firma, entre la iglesia de El Salvador y la vieja Cruz de San Pedro. *Conocer a J.L. García Campos*
«Cruz de San Pedro». Dibujo realizado por J. L. García Campos dedicado a Benjamín Bentura
Crucero de San Pedro.Dibujo de Rafael Margalé, 2013
2 comentarios
Amigo Pepe: Gracias por tu escrito. Solo añadir que García Campos ampliaba sus horizontes artísticos y pintaba paisajes de todas las latitudes hispanas, con especial dedicación a las tierras salmantinas, a donde se iba a invernar para estar más en contacto con el toro, al que amaba y admiraba con una gran sensibilidad. Muchos de sus carteles bilbaínos tienen mezcla de su pasión taurina y el telón de fondo de su ciudad natal. Hace unos años, la Agenda Taurina de Vidal Pérez Herrero publicó un artículo mío sobre este impar artista del más rancio y peculiar impresionismo taurino, los hijos de Roberto Domingo con Casero, González Marcos y el propio García Campos como predilectos. Ahora hay por ahí un colombiano, Diego Ramos, gloria bendita, que asegura la continuidad de esta singular especie. Un abrazo.
Estimado Pepe: como puedes ver, las veces que hemos comentado que las cruces de término eran completamente de piedra, incluido el «cabecero» o crucifijo, no andábamos desencaminados. La vida que han llevado los coronamientos es algo que podemos imaginarlo pero no documentarlo, coleccionistas, anticuarios y algún destalentado que los destruyó, son los causantes de que una sencilla cruz de hierro terminara coronando el fuste.
Me permito, con tu permiso, el guardarme la fotografía de este estupendo dibujo. Un abrazo.