Después de aquel comentario sobre la desaparecida imagen de la Virgen del Camino en la subida a Monlora, *recordar*, poco tardé a visitar a Jesús Peña, que en su casa y en sus exteriores, mirando al campo, todo son detalles pétreos: imágenes de toda índole, igual una Virgen del Pilar que un apuesto cazador, y entre vivas y coloridas plantas, que más atenderá su esposa que él, variados motivos de piedra y madera con cuidadas filigranas, que Jesús dibuja y realiza, incluso como celosía en una ventana.
La arquitectura de su vivienda, toda tiene un toque de esa habilidad que predomina en Jesús para que resulte más vistoso. Igual unas escaleras que una chimenea, que no dejan de serlo, son algo más vistoso e importante con lo que él aporta.
Allí, entre mesas, bancos e imágenes también estaba la Virgen del Camino, casi terminada y esperando el momento de ser instalada de nuevo en la subida a Monlora.
Hoy he vuelto al Santuario. La Villa de Luna va ha celebrar sus Fiestas mayores en honor de su Patrona la Virgen de Monlora y estarán preparándose para ello. Solo unos jóvenes suben en bicicleta por la cuesta y abajo en el pueblo, frente al nuevo pabellón y la Casa de la Música (antiguo matadero), tengo la suerte de saludar a mi amigo Alejandro Duarte, el que con su seiscientos subió a Monlora a Francisco de Val en 1972, viaje y visita al Santuario, que le motivó la inspiración para componer «Caminito de Monlora».
Nada le extraña mi visita por estos lugares y le comento la principal razón de ella. Conocer en su emplazamiento y colocada recientemente, donde estuviera la ermita de la Virgen del Camino, la nueva imagen realizada por Jesús Peña, después del robo de la primera.
Para mantener vivo el recuerdo de cuanto escribo, inserto varias fotografías realizadas en esa subida al Santuario y en la casa de Jesús Peña, al que le debemos agradecer su ilusionante trabajo de realizar la imagen de esta Virgen una vez más, –y las que haga falta- según nos comenta.
Gracias Jesús por sentirte un lunero más.
La nueva imagen junto al sendero.
Para Jesús Peña, su familia, la escultura como hooby, la naturaleza y su perrito lobo, lo es todo.
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